Hoy celebramos Nuesta Señora del Rosario

El rosario es una de las oraciones más veneradas y practicadas en la Iglesia Católica. Su historia se remonta al siglo XIII, cuando Santo Domingo de Guzmán recibió una visión de la Virgen María.

Según la tradición, la Virgen María se apareció a Santo Domingo de Guzmán en 1208, en la ciudad de Prouille, Francia. En esta visión, la Virgen le encomendó predicar el rosario como una forma de obtener la conversión de los herejes. La Virgen le dijo: "Predica mi salterio compuesto por saludos angelicales y Padres Nuestros, y obtendrás una cosecha abundante".

Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, fue un hombre de profunda fe y devoción hacia María . Su encuentro con la Virgen María marcó el inicio de su misión para predicar el rosario y difundir la devoción a María.

En medio de la herejía albigense y catara, que negaba la encarnación del Verbo y la divina maternidad de María, Domingo se convirtió en el apóstol de María. Su misión fue combatir estos errores, proclamando la divinidad de Cristo y la divina maternidad de María.

La devoción de Domingo a María se manifestó en sus cánticos, como el "Salve Regina" y el "Ave maris stella", y en su insistencia en la misericordia del Redentor y la mediación de María como "madre de misericordia".

Uno de los muchos beatos, de nombre Humberto estába convencido de que la Orden es un don de Dios a la humanidad, obtenido por las plegarias de la santísima Virgen. Por eso dice "santo Domingo encomendaba a la Orden a sus plegarias, teniendo a María como especial patrona. Y por esto mismo a ella, como a Madre, nos encomendamos cada día".

El rosario se convirtió en una herramienta poderosa para la conversión y la santificación. A lo largo de la historia, ha sido una oración venerada y practicada por millones de católicos en todo el mundo.

Nuestro rosario es un legado de fe y devoción que nos conecta con la Virgen María y con la Iglesia Católica. Su historia es un testimonio de la poderosa intercesión de María y de la misión de Santo Domingo de Guzmán para difundir la devoción a ella. Al rezar el rosario, nos unimos a la larga tradición de católicos que han encontrado consuelo y fortaleza en esta oración.