

Un equipo de arqueólogos ha encontrado en la ciudad romana de Pollentia, Mallorca, evidencias de una forma temprana de comida rápida. El hallazgo proviene de un pozo de basura vinculado a una pequeña taberna de la época de Augusto, donde se encontraron miles de restos óseos de animales, entre ellos una sorprendente cantidad de huesos de zorzales. Esto sugiere que estas pequeñas aves eran preparadas y servidas como comida rápida para ciudadanos comunes, en lugar de ser un lujo exclusivo de la élite.
La investigación, publicada en el International Journal of Osteoarchaeology, detalla cómo los zorzales eran capturados en invierno, abiertos y probablemente fritos enteros para facilitar su consumo inmediato. Esta práctica recuerda a la venta de tapas o pinchos en la actualidad y demuestra la diversidad alimentaria dentro de la sociedad romana.
Pollentia, una de las primeras ciudades romanas en Baleares, contaba con numerosas tabernae, establecimientos similares a pequeños restaurantes que ofrecían comida y bebida. Los hallazgos en la llamada "Habitación Z" sugieren que la población aprovechaba la temporada invernal para disfrutar de estos platillos accesibles y rápidos.
Este descubrimiento aporta una nueva perspectiva sobre la dieta de los romanos comunes y destaca cómo los alimentos considerados de lujo podían convertirse en opciones asequibles dependiendo del contexto social y económico. La historia gastronómica sigue revelando detalles fascinantes sobre la vida cotidiana en la antigüedad.

