Exvotos, el arte de la fe en CDMX

En la Ciudad de México, los exvotos son pequeñas pinturas que narran milagros cotidianos con más de 500 años de historia. Estas obras de arte popular, llenas de color y devoción, combinan relatos de vida, textos con faltas de ortografía y agradecimientos a santos o la Virgen de Guadalupe. Desde curaciones milagrosas hasta accidentes evitados, los exvotos reflejan la fe del pueblo mexicano.

Según Nydia Mirna Rodríguez Alatorre, del Museo de la Basílica de Guadalupe, los exvotos son ofrendas materiales para agradecer a Dios, una tradición que trasciende el cristianismo y se remonta a 1519, con la llegada de los europeos. Un ejemplo icónico es el exvoto de El Santo, quien en 1960 agradeció a la Virgen por su carrera sin incidentes, o el de Aurelia Huerta, quien en 1941 celebró recuperar la vista para cocinar.

Estas piezas, hechas a menudo por pintores que traducían los relatos en imágenes, se encuentran en tianguis y museos como el de la Basílica de Guadalupe, donde hay más de 700 dedicados a La Morenita del Tepeyac. Con materiales simples como papel y acrílicos, los exvotos capturan la esencia de la vida cotidiana y la espiritualidad mexicana.