

El fiscal general de Chihuahua, Cesar Jauregui, ha declarado este día que no existe evidencia que sugiera una relación directa entre los recientes actos de violencia ocurridos en el municipio de Guadalupe y Calvo, en Chihuahua, y los grupos criminales de Sinaloa.
A su llegada a la mesa de seguridad, el fiscal señaló que, aunque la violencia en esta región ha aumentado en los últimos meses, no hay indicios de que los carteles o bandas de Sinaloa estén directamente involucrados en los enfrentamientos. Explicó que las autoridades locales están llevando a cabo investigaciones para esclarecer los hechos y desarticular posibles células criminales en la zona, pero reiteró que no se debe apresurarse a vincular estos actos de violencia con organizaciones específicas sin pruebas contundentes.
El fiscal también subrayó que las autoridades siguen trabajando de manera coordinada con fuerzas federales para garantizar la seguridad en la región y evitar que el conflicto se intensifique.
Por su parte, habitantes de Guadalupe y Calvo han expresado su preocupación por el aumento de los enfrentamientos y la presencia de grupos armados en las áreas rurales, pidiendo mayor apoyo a las autoridades para restaurar la paz en la región.




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