Desarrolla Joven chihuahuense patente ante el IMPI de plástico biodegradable

Local10/06/2023
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“ La innovación de un talento local que promete cambiar el futuro de la industria plástica”
En una emocionante noticia para la industria plástica y el medio ambiente, un joven talentoso de la ciudad de Chihuahua ha logrado desarrollar una patente revolucionaria: un plástico biodegradable que promete marcar un hito en la lucha contra la contaminación y la preservación del ecosistema.


Luis Eduardo Gonzalez, de tan solo 24 años, ha dedicado años de investigación y trabajo duro para lograr este avance. Su proyecto surgió como respuesta a la creciente preocupación por la acumulación de desechos plásticos en el planeta y el impacto negativo que esto tiene en los ecosistemas terrestres y acuáticos.
El nuevo plástico biodegradable es capaz de descomponerse en elementos naturales en un período de tiempo considerablemente más corto que el plástico convencional. Esto promete reducir significativamente la presencia de plásticos en vertederos, ríos y océanos, al mismo tiempo que evita la liberación de sustancias tóxicas durante el proceso de descomposición.


El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) ha publicado en su prestigiosa Gaceta una patente que describe el método innovador para obtener bioplástico a partir de residuos agroforestales y desechos marinos.
Dicha publicación que lleva por nombre "Método para obtención de bioplástico a partir de residuos agroforestales y desechos marinos", patentada por el investigador y emprendedor mexicano, señala que la técnica utilizada por Gonzalez se basa en residuos orgánicos de la industria agroforestal y desechos marinos como materia prima para la producción de bioplásticos, reduciendo así la dependencia de fuentes de petróleo y mitigando la acumulación de residuos en estos sectores.

El proceso patentado se basa en una serie de etapas innovadoras que incluyen la recolección y selección de los residuos agroforestales y desechos marinos, su procesamiento y transformación mediante métodos biotecnológicos y químicos especializados, y finalmente la obtención de un bioplástico de alta calidad y biodegradable

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El uso de estos residuos como materia prima no solo contribuye a reducir la cantidad de desechos en el medio ambiente, sino que también permite darles un valor agregado y promover la economía circular. Además, el bioplástico obtenido posee propiedades similares a los plásticos convencionales, pero con la ventaja de ser biodegradable, lo que reduce significativamente su impacto ambiental.


La publicación de esta patente en la Gaceta del IMPI ha despertado gran interés tanto en la industria como en el ámbito científico. Empresas nacionales e internacionales han manifestado su interés en colaborar con el inventor para implementar esta técnica en la producción a gran escala de bioplásticos, mientras que instituciones de investigación y organizaciones ambientales han aplaudido el enfoque innovador y sostenible presentado en esta invención.


El reconocimiento oficial en la Gaceta del IMPI respalda la originalidad y la importancia de esta técnica, y ofrece al inventor la protección y los derechos exclusivos sobre su invención.


Con este avance, México se posiciona como un referente en la producción de plásticos sostenibles y demuestra una vez más su compromiso con la protección del medio ambiente y la búsqueda de soluciones innovadoras para los desafíos globales.


Además de su impacto ambiental positivo, el plástico desarrollado también ofrece beneficios económicos considerables. Al utilizar materiales fácilmente accesibles y de bajo costo.


En una entrevista reciente, compartió su entusiasmo por el impacto positivo que su invención puede tener en la sociedad: "Si podemos utilizar plásticos que se descomponen naturalmente y no dañan el medio ambiente, estaremos dando un gran paso hacia un futuro más sostenible. Quiero contribuir a ese cambio y demostrar que los jóvenes pueden hacer la diferencia".


El desarrollo de esta patente ha puesto a Chihuahua en el mapa de la innovación tecnológica y la sostenibilidad. Las autoridades locales han expresado su apoyo al joven talento y han destacado la importancia de fomentar el   espíritu emprendedor y la investigación científica entre los jóvenes de la región.


Con su invento, Luis Eduardo ha demostrado que la pasión, la determinación y la creatividad pueden marcar la diferencia en la búsqueda de soluciones para los desafíos globales. Sin duda, su patente del plástico biodegradable será un legado perdurable que beneficiará a las generaciones futuras y a nuestro planeta

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