

Campesinos del noreste de Chihuahua se manifestaron este martes frente al Palacio de Gobierno para expresar su rechazo a la iniciativa de la nueva Ley Federal del Agua, la cual, denuncian, amenaza con despojarlos de sus concesiones de agua y criminalizar la agricultura en el país.
Los productores, pidieron la intervención de la gobernadora para mediar ante el gobierno federal y frenar esta propuesta.
Según los manifestantes, la nueva ley transferiría las concesiones de agua al gobierno federal, específicamente a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a la que acusaron de estar “mafiada” y de ser ineficiente en la administración de recursos, comparándola con el manejo de PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad. “Si un agricultor muere, la concesión se va con él y pasa a CONAGUA, que es un cartel.
Son malos administradores y ahora quieren controlar lo más valioso: el agua”, afirmó Javier Jurado.
Los campesinos advirtieron que la ley contempla reemplazar los títulos de concesión por autorizaciones anuales, lo que, aseguran, abre la puerta a la corrupción y al manejo político del recurso.
“Sin agua no hay maíz, no hay agricultura, no hay comida. Están criminalizando al campo, que es donde nace el desarrollo”
Los manifestantes pidieron a la gobernadora solidarizarse con su causa y abogar ante el gobierno federal para detener la iniciativa.
“Entendemos que no es una decisión estatal, pero ella es nuestra representante. Queremos que se una a nuestra lucha y evite esta gran corrupción que se avecina”
La protesta, que transcurrió de manera pacífica, busca ser una “radiografía” de la crisis que enfrenta el campo mexicano. Los campesinos advirtieron que, de aprobarse la ley, las consecuencias podrían ser devastadoras para la seguridad alimentaria del país.
“Un kilo de maíz cuesta 4 pesos, pero la tortilla está en 26 pesos. Si el campo se hunde, todos nos hundimos”


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