Necesitamos mas seguridad en la sierra, reconozco la salud y atención a indigenas: Padre Héctor Martínez

Reconoció el trabajo de la Secretaría de Salud y de Pueblos Indígenas

Local29/10/2025RedacciónRedacción
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Tras los recientes enfrentamientos armados en Guachochi que dejaron víctimas inocentes, entre ellas un profesor y residentes de Rancho Seco, el vicario de la diócesis de la Tarahumara, el padre Héctor Martínez, demandó mayor seguridad en toda la zona serrana y urgió a no descuidar las necesidades estructurales de las comunidades indígenas.

En entrevista, el padre Martínez enfatizó que "se necesita más seguridad en toda la zona serrana y no perder de vista las cosas importantes y las que se necesitan en las comunidades serranas". La Iglesia ha presentado "firmemente su protesta" por la insuficiente atención a la violencia, más allá de la colaboración requerida entre los órdenes municipal, estatal y federal.

Sin embargo, el vicario aclaró que la diócesis no solo protesta, sino que propone soluciones. Destacó la iniciativa para reconstruir el tejido social en la comunidad de Panalachi, afectada por una catástrofe reciente, donde la vida comunitaria es esencial. "La reconstrucción del tejido social no puede venir únicamente de las instituciones", afirmó, subrayando que los raramuri deben liderar desde su propia cultura. Aunque el gobierno no construirá el templo, la Iglesia busca unir esfuerzos para resarcir el daño.

Martínez alertó sobre múltiples formas de violencia en la sierra: no solo los enfrentamientos entre grupos delictivos, sino la "narco tala" o tala clandestina, una "violencia más silenciosa" que destruye árboles diariamente, afectando la vida comunitaria, el ecofeminismo y la cosmovisión raramuri. "Hemos pedido desde la diócesis que se atiendan ambas cosas", insistió.

Criticó la limitada participación federal en Guachochi: "Hay un destacamento del ejército y la Guardia Nacional, pero no se les ve en labores de resguardo y prevención". Requiere "vigilancia permanente" ante un conflicto prolongado. Reconoció esfuerzos municipales, como redes de seguridad vecinal, y estatales, con despliegue de elementos, pero insistió en que "lo urgente no debe desplazar lo importante".

El obispo y el padre Javier Ávila han sido claros en sus comunicados, pero la diócesis va más allá: propone blindar ejidos contra extorsiones que afectan a comunidades raramuri, restablecer comités de mejoramiento comunitario para regular el clandestinaje del alcohol y reactivar comités pro obras donde la delincuencia lo impide.

Martínez reconoció logros del gobierno actual: reducción de desnutrición infantil en los últimos dos o tres años, subsidios a 11 internados educativos católicos, avances en salud y el programa Viva –impulsado por la Iglesia con apoyo estatal– para atención a víctimas y prevención de violencia. Destacó que el índice de suicidios juveniles va a la baja gracias a estos esfuerzos jesuitas.

"Hay muchos logros que reconocer, como la atención a salud, educación y prevención con jóvenes", concluyó, pero reiteró la necesidad de acción integral para no marginar lo estructural por la inseguridad.

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