Hacen promesa de seguir a Santo Domingo 9 jóvenes adultos en Chihuahua

Hoy, en una emotiva ceremonia celebrada en el Templo de San Francisco de Asís de Chihuahua, nueve jóvenes adultos del Grupo de Alas y Raíces MJD hicieron su promesa por un año de pertenecer a la Orden de Predicadores, también conocida como los dominicos.

La coordinadora nacional del Movimiento Juvenil Dominicano, Andrea Magaly Nieto Martínez O.P., les preguntó a los jóvenes si querían seguir el carisma de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden, dedicado a la predicación y la enseñanza de la verdad. Los jóvenes firmaron su compromiso y recibieron una cruz bicolor, símbolo de la Orden.

El prior y sacerdote superior de la Orden de Predicadores en México, Luis Javier Rubio Guerrero O.P., agradeció el compromiso de los jóvenes y los animó a vivir su vocación con alegría y fidelidad. También expresó su gratitud a la familia dominica, formada por frailes, monjas, hermanas y laicos, por su apoyo y acompañamiento a los nuevos miembros.

Los jóvenes adultos que hicieron su promesa son:

Renovaciones:

1. Diana Cristina Chavira Castillo O.P.

2. Amed Humberto Paredes González O.P.

3. Eduardo Serna Murillo O.P.

4. Miriam Estefanía Benítez Gutiérrez O.P.

5. Diana Laura Martínez Gutiérrez O.P.

Primera vez:

6. Richard Daniel Sánchez Lagunes

7. Janick René García Terrazas

8. Jesús Antonio Domínguez Guerrero

9. Miguel Alejandro López Terrazas

El MJD se enfocará en profundizar su fe, conforme a los principios de la Iglesia Católica Apostólica, de la Virgen del Rosario, patrona de la Orden, y la formación de la vida Dominicana, basándose en los cuatro pilares fundamentales:

1. Oración.

2. Estudio.

3. Vida Comunitaria.

4. Predicación.

El Grupo de Alas y Raíces MJD es una comunidad de Jóvenes Adutos que forma parte del Movimiento Juvenil Dominical, una rama laical de la Orden de Predicadores que busca evangelizar a los jóvenes mediante el estudio, la oración, la fraternidad, predicación y el servicio. El grupo se reúne dos miercoles por mes en el Templo de San Francisco de Asís para compartir su fe y crecer como Orden de Predicadores.